El 18 de diciembre Isidoro, nuestro profesor de
periodismo, nos llevó a radio inter para grabar un programa en directo. El mes pasado habían ido cuatro alumnos de
tercero de la eso, y esta vez nos tocaba
a otras cuatro de segundo (Sara, Paula, Laura y yo).
A
las nueve de la mañana un autobús del colegio nos llevó a los estudios de
grabación de intereconomía. Allí se graba la radio inter, interpop, o el canal de televisión de intereconomía.
Lo
primero que hicimos al llegar fue grabar nuestro programa. Carlos Peñaloza y
Maribel Berzosa estuvieron con nosotros. Cada una llevábamos cuatro o cinco
artículos sobre diversos temas, y el guion de un debate conjunto. Carlos
Peñaloza era el presentador. Isidoro y
Maribel Berzosa también hablaron, y comentaron los temas.
Solo
nos dio tiempo a leer un artículo cada una, aunque también hablamos sobre
muchas otras cosas. Sara leyó su artículo sobre como la música reduce el abandono escolar. Luego salió el tema de que todas participamos en el coro del colegio, y tuvimos que cantar una
canción. También aprovechamos para hacer publicidad sobre el nuevo disco del coro. Paula habló sobre las
nuevas tecnologías de Apple, como el
iPad mini o el nuevo iMac. Laura
sobre los tapones solidarios, como han conseguido cambiar la vida de muchas
personas. Y yo sobre los microcréditos, unos pequeños préstamos que se dan a
gente sin recursos, ni garantías de devolución, para que creen pequeñas
empresas, sobre todo en los países más desfavorecidos.
La
grabación del programa fue muy interesante. Al principio dieron las noticias
y el tiempo. Carlos Peñaloza dijo
el
tiempo sin ningún tipo de guía, de memoria. Durante el programa hubo varios descansos, en los que
pusieron publicidad y, casi al final, vino un señor a promocionar un producto.
Después
de despedirnos de Carlos Peñaloza y Maribel Berzosa, Juan Manuel Pozuelo nos
llevó a visitar las instalaciones. Vimos cómo se preparaban para el programa “doce mujeres sin piedad”, escribían
los artículos para la radio o editaban las grabaciones para la tele.
Más
tarde Isidoro nos invitó a almorzar en “el
plató”, un restaurante que tenía una gran ventana que daba a uno de los
estudios de grabación del canal “intereconomía”. Todos nos pedimos un bocadillo
y un zumo. Al poco tiempo empezó el
programa “dando caña”. Nuestra mesa estaba situada al lado de la
ventana, y, asomándonos un poco, salimos de fondo en el programa.
Sobre
la una llegó el autobús para recogernos,
y nos subimos a él con pena, tristes de
que esta bonita experiencia se hubiera terminado.
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